Friday, January 28, 2011

Verdad, democracia y razón

En algún blog por ahí me encontré una reflexión sobre los vínculos entre la verdad, la democracia y la razón, que traigo para ver cómo funciona en la momentánea realidad costarricense.
La verdad es que a mi, demócrata convencido, ya me había costado aceptar que la verdad no necesita del apoyo de la democracia, pero más me costó reconocer que lo que la democracia postula, casi nunca es verdad.
Igualmente difícil fue el camino que me llevó a entender que la verdad no tiene por qué ser racional, ni la razón, verdadera.
Para completar este manojo de verdades difíciles con las cuales hay que convivir, había entendido temprano que la mayoría nos es, casi nunca racional y que lo que es racional, pocas veces cuenta con el respaldo de la mayoría.
Estaba pensando en esas abstracciones, cuando nos sorprendió el escándalo que se levantó en torno a la citación que recibió Rodrigo Arias de parte de la fiscalía.
Y me sorprendí al pensar que la versión de don Rodrigo puede ser verdad, aunque las actuaciones que describe no sean muy racionales. Lo racional hubiera sido acudir a la citación y no llamar a un amigo con entrada en la fiscalía, para que averiguara por qué lo llamaban.
Pero además debí constatar que la verdad de Rodrigo Arias no es necesariamente democrática, pues la mayoría no parece creerle. Después del TLC los costarricenses se alinearon en dos bandos, los que respaldan a "los Arias" y los que no les creen... ni el Credo. Y hoy a los incrédulos de siempre, se han unido los escépticos y los suspicaces.
Concluí que la verdad del ex Ministro de la Presidencia, no es racional y quizás por eso, tampoco es democrática. Independientemente de si es verdad, o no.
La democracia, es decir el criterio de la mayoría, quisiera crucificado a Rodrigo Arias, independientemente de si eso es racional.
Y la verdad es que tal vez se lo merezca, por irracional.
Pensé también que las verdades de La Nación, casi nunca lo son, al menos no totalmente.
El periódico tiene su propia agenda, ahora liderada por don Julio Rodríguez, quien se ha empeñado en sacar a Liberación Nacional de la férula de "los Arias". Esa verdad es lo más racional para don Julio, pero esa razón no es democrática. No en Liberación Nacional, donde la mayoría parece estar conforme, más aún parece promover, "la dictadura en democracia", de la que alguna vez habló el Nobel de la Paz.
Y del Fiscal General pensé que su elección fue democrática, que su versión es verdad pero que lo más racional es que se vaya.

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